La elaboración del panettone, esa joya de la repostería italiana, ha trascendido fronteras y épocas, convirtiéndose en el producto gourmet que es ahora mismo. Pero, ¿qué hace que un panettone artesanal sea excepcionalmente delicioso y diferente de su contraparte industrial? La respuesta radica en el corazón de su proceso de elaboración: la masa madre de cultivo natural de larga fermentación.
El descubrimiento de la fermentación
La historia de la masa madre se remonta a miles de años atrás, cuando los primeros panaderos descubrieron el proceso de fermentación de forma accidental. Los primeros registros de su uso datan del Antiguo Egipto, alrededor del 1500 a.C., donde se cree que un poco de masa sin hornear, dejada al aire libre, capturó levaduras y bacterias ambientales iniciando así un proceso de fermentación natural.
Este feliz accidente no solo le dio al pan una textura más ligera y un sabor más agradable en comparación con las densas y planas tortas de grano anteriores, sino que también marcó el inicio de la panadería leudada tal como la conocemos. Desde Egipto, el conocimiento de la masa madre se difundió a lo largo de las antiguas civilizaciones griegas y romanas, donde se perfeccionaron las técnicas de panificación.
La masa madre y una larga fermentación marcan la diferencia en el panettone artesanal
El secreto de un panettone artesanal exquisito y de alta calidad reside en la utilización de masa madre, una fermentación láctica, especialmente si se trata de una de cultivo natural de larga fermentación, que supera los cuatro días. Este proceso no solo es un arte; es la ciencia detrás de la textura aireada, la miga suave y el sabor complejo que caracterizan a un panettone de primera.
Beneficios organolépticos
- Textura y miga. La fermentación prolongada permite el desarrollo de burbujas de aire más pequeñas y uniformemente distribuidas, resultando en una textura más fina y esponjosa, muy diferente a la miga compacta de los panetones industriales.
- Sabor profundo. La masa madre natural favorece la formación de ácidos orgánicos, que contribuyen a un sabor más rico y matizado, con notas ligeramente ácidas que equilibran la dulzura de los frutos confitados.
- Aroma intenso. Los compuestos aromáticos generados durante la fermentación larga son más variados y complejos, lo que se traduce en un aroma cautivador que invita a degustar el panettone incluso antes de probarlo.
La fermentación larga y natural de la masa madre desarrolla texturas, perfiles de sabor y aromas que no se pueden replicar con levaduras comerciales. Pero, además de las cualidades sensoriales, utilizar masa madre es una práctica más sostenible y saludable. Elimina la necesidad de levaduras comerciales y mejoradores químicos, al tiempo que mejora la digestibilidad del panettone, gracias a la descomposición de gluten y la predigestión de almidones durante la fermentación, y consigue que se conserve mucho más tiempo debido a la acidez natural que actúa como conservante.
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